una experiencia agridulce

La atención del personal fue realmente notable. Me sentí bienvenido desde el primer instante. Además, el jardín tiene una vista espléndida que invita a relajarse, lo que se complementa con la calidad de la comida en el bar, donde las hamburguesas son caseras y deliciosas.

Sin embargo, el ruido en las habitaciones contiguas hizo que no descansara bien.

no entiendo cómo pueden calificar eso como un hotel. las paredes son de papel, escuché todos los ronquidos del vecino y el café de desayuno sabe a quemado. además, me esperaba un gesto de cortesía por el ruido, como un upgrade, pero claro, eso sería pedir demasiado. casi dejo un buen comentario, pero no podía.

recomiendo este hotel, es total for pasear por ahí

Cálida atención, cómodo desayuno, el wi-fi rápido permitió planear nuestro recorrido por la ciudad sin complicaciones y el bar del hotel es un excelente lugar para relajarse después de un día explorando.

Todo ha sido excepcional

La habitación era amplia y muy luminosa, lo que me permitió disfrutar de una estancia agradable. La comodidad de la cama facilitó un buen descanso después de un largo día, y el personal fue increíblemente amable, cuidando de que me sintiera como en casa. La accesibilidad en general estaba bien, con rampas en las entradas y espacios amplios.

A pesar de la buena experiencia, el ruido de las habitaciones cercanas puede ser bastante molesto a la hora de dormir.

La atención del personal fue muy amable.

Pasé una noche en la habitación y no pude dormir en absoluto. Se oyen todos los ruidos de las habitaciones contiguas. escuchaba roncar a la persona al lado y el sonido del agua de la ducha por la mañana. había un molesto ruido constante del extractor de humos del restaurante que hacía imposible descansar.

El ruido de la terraza era molesto, pero la cama era muy cómoda.

Me gustó la experiencia en este lugar. La terraza es perfecta para descansar después de un día largo. El personal es amable y nos hizo sentir como en casa. Disfruté especialmente de la comida en el restaurante, especialmente sus hamburguesas. Estaban deliciosas. Además, la habitación era cómoda y la cama me permitió descansar bien.

Nada que me haya molestado en particular.

Una experiencia memorable en un lugar acogedor

El ambiente es cálido y la atención del personal destaca, haciendo que te sientas especial. Me encantaron las hamburguesas del restaurante. son auténticas delicias. Lleva tapones para los oídos si eres sensible al ruido. Repetiría sin dudar, pero buscaría una habitación más tranquila.

Descubrí Km101 en Baamonde, y debo decir que la cocina me encantó. Sus hamburguesas caseras son de otra dimensión, además el ambiente es acogedor y el trato de Noelia y su pareja te hace sentir como en casa. ¡Repetiría sin dudar!

Mi estancia fue en una habitación cómoda y luminosa, ideal para descansar. Sin embargo, la insonorización dejaba mucho que desear, ya que se oía el ruido del extractor del restaurante y las habitaciones contiguas, lo que afectó mi descanso. La atención del personal fue muy amable y hacen sentir a los huéspedes bienvenidos.

El jardín de Km101 es tan relajante que me sentí como un rey en su palacio, con un ambiente que invitaba a la contemplación y una terraza que era perfecta para un atardecer con una cerveza fría. ¡El wifi volaba más rápido que un rayo!

Ruido constante